Alicia en el País de las Maravillas, es una historia donde el escritor juega con una fantasía de un mundo maravilloso y con el que muchos niños sueñan, le creación de cada persona es algo único y que el espectador queda hipnotizado con ese mundo lleno de fantasía.
Los adultos viven atados a la
costumbre, como el Sombrerero y su eterno té de las seis. Carroll critica los
comportamientos asumidos que nunca son cuestionados. Alicia, a lo largo del
libro, se acostumbra a la libertad y a la aventura, y al despertar del sueño,
encuentra “aburrido y estúpido que la vida siguiera su curso normal”.
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